Yo debo decir que aquella noche, tras compartir ese espectáculo, mi experiencia se vio nutrida y enriquecida.
Itzíar Pascual

Estrenado el 7 de octubre de 1994 · Teatro Triángulo de Madrid, Festival de Otoño

Sinopsis

Recuerdos de “Mudarra” por Itziar Pascual

Recuerdo que Mudarra me conectó con mi propia memoria: memoria escolar, clases de literatura española, aquel romance legendario y perdido de los Siete Infantes de Lara y de cuyas huellas, decían los apuntes, daban cuenta la Primera y la Tercera Crónica General. Recuerdos de unos cuadernos que hablaban de cantares de gesta, de una España cristiana y otra musulmana enfrentadas y a veces enfrentadas consigo mismas...
Cuando uno (en este caso, una) recibe un legado más o menos valioso, un patrimonio del relato, y la edad de los afectos es distinta a la edad de los conceptos, los textos remiten exactamente a eso: a conceptos. La venganza, el dolor, la afrenta, la pérdida de libertad, la identidad, la pertenencia, el trastierro, son temas, principales o secundarios, que aparecen en una sinopsis argumental o en análisis de texto. Podía entender la continuidad de los hechos, podía seguir la narración , pero el contenido emocional de las situaciones me parecía completamente ajeno, extraño... ¿Por qué Doña Lambra se sentía tan ultrajada? ¿Por qué tanta sangre? ¿Por qué tantas cabezas decapitadas? ¿Por qué las heridas se heredan de padres a hijos? ¿Cómo se sentía Almanzor? ¿Y Mudarra? ¿Qué le llevaba a él, hijo de mujer musulmana, a asumir como propia una herencia, la de sus hermanastros castellanos, a los que no había conocido?
Cuando la edad de los afectos empieza a hacerse más rica, los porqués siguen estando huecos de respuestas. Me pasa a menudo, escuchando las noticias. Pero empiezo a saber en qué parte del cuerpo resuena el miedo, o el cansancio, o la derrota, o la pena, o la convicción y la tenacidad y el empeño y la lucha. De Mudarra recuerdo exactamente eso: en aquel escenario a pie de patio de butacas- las sillas del Teatro Galileo retiradas, para formar un cuadrilátero de color tostado y texturas de serrín- todos esos temas, principales y secundarios, dejaban de serlo para convertirse en emociones. Emociones, grietas, deseos. El orgullo, la ambición, la rabia, el dolor, estaban ahí, cerca, podía respirarlos, eran tangibles, concretos, próximos. Ya no estaba ante conceptos, sino ante puñados de vida. Y no se trataba de un bodegón inmutable de la vida, sino de una memoria activa, que respiraba las mismas preguntas que podían aparecerme al concluir el día, escuchando los relatos de horrores contemporáneos.
Juan Mayorga asegura – y yo creo que no le falta razón – que el teatro es uno de los últimos reductos de la memoria y la experiencia y que ése puede y debe ser una gran aspiración de nuestra creación: aportar experiencia. Yo debo decir que aquella noche, tras compartir ese espectáculo, mi experiencia se vio nutrida y enriquecida. Que las palabras, las imágenes, las sugerencias – de la sangre recuerdo su peso legendario, no su visibilidad. No tengo un recuerdo literal de la muerte y del horror, sino poético y para mí intenso - construyeron un camino en el que no existían distancias, ni cuartas paredes entre el corazón y el pensamiento.
Tengo la intuición – acertada o no – de que una de las cuestiones que más han tenido que afrontar los miembros de Micomicón en entrevistas y debates es el modo de entender y concebir a nuestros clásicos. Cómo decir ese verso cuya memoria está fragmentada tras el Romanticismo. Tengo la sospecha de que, cuando la experiencia habita el escenario y resulta palpable y reconocible , la respuesta , o por lo menos una de las posibles respuestas, es extraordinariamente concreta.

Intérpretes

Vicente Rodado: Ruy
Aurora Herrero: Lambra
Mariano Llorente: Bustos
Santiago Nogales: Gonzalo / Mudarra
María José Arjona: Constanza

Ficha

Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Escenografía e Iluminación: Micomicón
Versión Y Dirección: Laila Ripoll

Producido por:

Producciones Micomicón

Distribuido por

Micomicón Teatro

Fotografías

Fotos:

(Desconocido)

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